El año pasado se realizó un estudio comparativo sobre el estrés percibido por adolescentes y adultos, según el cual los adolescentes informaron que su nivel de estrés durante el año escolar excede por mucho lo que consideran saludable y supera el promedio reportado por los adultos. Pero además, a pesar del impacto que el estrés parece tener sobre sus vidas, los adolescentes tienen más probabilidades que los adultos de informar que su nivel de estrés tiene poco o ningún impacto sobre su cuerpo o su salud física o sobre su salud mental.
El director y vicepresidente ejecutivo de la APA, Norman B. Anderson, indica que "Para poder romper este ciclo de estrés y conducta no saludable, necesitamos brindarles a los adolescentes mayor apoyo y educación en salud en las escuelas y en el hogar, la comunidad y en sus interacciones con profesionales de la salud".
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