martes, 30 de junio de 2015

El burnout en los docentes: Factores de vulnerabilidad y factores protectores

El estrés crónico es la forma de estrés psicosocial más perniciosa. El estrés laboral es una de las formas más graves y prevalentes del estrés crónico, y suele implicar diferentes tipos de estresores, tales como la sobrecarga de trabajo (las demandas exceden las capacidades del individuo; p.ej., las personas que cuidan de un familiar impedido), los conflictos interpersonales (p.ej., entre el trabajador y el superior), los conflictos de roles (p.ej., cuando existen demandas incompatibles entre las exigencias laborales y las familiares), y los estresores por reestructuración de rol (p.ej., cuando se producen cambios importantes en la organización del trabajo).

Una consecuencia especial del estrés laboral es lo conocido como burnout o síndrome de burnout, el cual se ha venido utilizando con diversos términos sinónimos, como “estar quemado”, “síndrome del quemado”, “estar quemado por el trabajo”, “desgaste profesional”, “desgaste ocupacional”, “síndrome del trabajador quemado”, y otros términos similares.

La mayor incidencia del burnout parece asociarse a los profesionales que ofrecen un servicio asistencial y cuyos destinatarios son las personas, como ocurre en los profesionales de la educación tales como los profesores, los psicopedagogos y los orientadores. La profesión docente no se reduce a las funciones didácticas y responsabilidades relacionadas con el proceso educativo en sí mismo, sino que implica una dedicación más personal y emocional que le infiere un carácter de profesión vocacional. Este aspecto, unido a la polémica relación que actualmente caracteriza las interacciones entre docentes y discentes, denota que los docentes podrían constituir un grupo particularmente vulnerable a sufrir burnout. Aunque existe evidencia sobre el papel del estrés en el ámbito docente, los estudios sobre el burnout en este colectivo son escasos y poco concluyentes. Uno de los principales problemas es que, generalmente, no se ha tenido en cuenta, en relación con este tipo de burnout, la implicación conjunta de los diversos tipos de factores que suelen afectar al estrés crónico, tales como la personalidad, las variables sociodemográficas, y las múltiples facetas implícitas en la organización y práctica de la actividad docente.

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